sábado, 8 de febrero de 2014

La música se escribe... pero no todas las culturas lo hacen

De hecho casi ninguna de las tradiciones culturales de nuestro mundo escriben la música. 

Tomás inicia su clase afirmando que en general “la música no se escribe”. La escritura de la música es un invento de Occidente pero la mayor parte de la música del planeta no es escrita. África no escribe la música, tampoco China ni la India. El flamenco no se escribe.
En los conventos los monjes se fueron haciendo con un sistema poco preciso para cantar gregoriano. Se trata de las “neumas” que consistían en colocar flechitas sobre las palabras para indicar si se subía o bajaba de nota. Se trataba de un sistema muy imperfecto.



Fue Guido de Arezzo, un monje benedictino, en el siglo X quién llevó a cabo las mejorar en la escritura musical. Inventó el tetragrama con notación cuadrada, precursor del actual pentagrama y también fue el responsable de las notas musicales. Utilizó un himno a San Juan Bautista que solía cantarse en le época y que tenía la particularidad de que cada frase musical empezaba con una nota superior a la anterior. Guido tuvo la idea de emplear la primera sílaba de cada frase para identificar las notas que con ellas se entonaban, lo que hizo fue una regla nemotécnica que perdura hasta hoy. Hasta ese momento, y durante toda la Edad media, las notas se denominaban por medio de las primeras letras del alfabeto: A B C D E F G.

Nota
Texto original en latín
Traducción
Ut queant laxis
Resonare fibris
Mira gestorum
Famuli tuorum
Solve polluti
Labii reatum
Sancte Ioannes.
Para que puedan
exaltar a pleno pulmón
las maravillas
estos siervos tuyos
perdona la falta
de nuestros labios impuros
San Juan.


Así nacieron las notas y el tetragrama. Sus mejoras contribuyeron a representar con más precisión la altura de las notas musicales, su duración y el compás de la música. Los países donde no llegaron los músicos latinos siguieron con el antiguo sistema de las letras del alfabeto, tal es el caso de los países Alemania y de los países anglosajones y escandinavos.


En el siglo XIV ya existen manuscritos italianos que incorporaron al tetragrama de Guido una quinta línea. Pero no se generalizará y se asentará en el resto de Europa hasta el siglo XVII.
Para escribir la  música en el pentagrama se representan los signos musicales. Tales signos pueden ser colocados dentro, por encima o por debajo del pentagrama. Este día con Tomás colocamos las notas musicales en el pentagrama y vimos su correspondencia en el teclado del piano.

Tomás nos enseñó algunos trucos para memorizar la colocación de las notas musicales tanto en el pentagrama como en el teclado:

  •  La nota Mi es la que está más cerca de mi
  •  ¿Está en el centro la nota Si?
  •   Fa es la que está lejos (far en inglés)



El centro de los dos pentagramas es el centro del teclado. La nota Do simbolizada en rojo en el pentagrama corresponde al centro del teclado. Delante de dos negras siempre hay un Do, pero el Do del centro divide el teclado en arriba o agudos (hacia la derecha) y abajo  o graves (hacia la izquierda). Siguiendo estas pautas, todos los teclados del mundo son iguales.



Tomás nos mencionó brevemente este día la clave de Sol y la clave de Fa pero no logré entender lo que implicaba. Mirando ahora está imagen me hago una idea.

Otra pauta fundamental es el hecho de que todas las teclas consecutivas distan medio tono unas de otras. Si nos saltamos una, entonces hay un tono de diferencia. Las teclas negras del piano son más pequeñas y corresponden a los sostenidos (do, re, fa, sol, la)   y a los bemoles  (re, mi, sol, la, si), mientras que las blancas son las notas naturales de la escala de Do.

# sostenido= sube medio tono
b bemol= baja medio tono

#Do= bRe
Mi= bFa
Fa= #Mi
Entre mi y fa hay medio tono.
La organización convencional de las notas en el teclado data del siglo XV aunque la idea de teclado puede rastrearse hasta el siglo III a.c.

Hicimos durante la sesión ejercicios para localizar las notas en el teclado y para leer las notas en un pentagrama. 

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